Comunicación efectiva, carisma y presencia
21/12/2022
Todos conocemos personas que parecen tener un don para atraer, motivar y agradar a los demás. Si piensas en la última reunión de trabajo, ¿has estado totalmente presente o por el contrario tu cabeza saltaba entre lo dicho en la anterior reunión o las tareas inacabadas que te esperan encima de la mesa? Desarrollar la capacidad de estar presentes mientras escuchamos o hablamos, sin dejarnos abrumar continuamente por la incertidumbre del futuro o los problemas del pasado, mejorará drásticamente la calidad de nuestras relaciones.
Las personas, inconscientemente según los estudios del psicólogo Paul Eckman, captamos las intenciones y emociones con las que llegamos a esa reunión, si estamos distraídos o divagando en la conversación. Esa falta de presencia y conciencia en una determinada situación hace que nos perciban como menos agradables y dignos de confianza.
También puede suceder que estemos presentes físicamente, pero en realidad, no estemos escuchando.
La Asociación Internacional de la Escucha dice que permanecemos distraídos, preocupados y olvidadizos el 75% del tiempo mientras nos hablan y que después de escuchar a la otra persona solemos repasar lo que hemos oído. ¿Qué es lo que nos está distrayendo? Cuando nos proponemos poner plena atención en lo que dice nuestro jefe, amigo, paciente o familiar, nutrimos nuestras relaciones de forma maravillosa ya que podemos responder, ante cualquier circunstancia laboral, desde nuestra más profunda inteligencia y con todos los recursos activos. Otro momento clave es cuando nos expresamos, dándonos cuenta de lo que decimos y cómo lo decimos.
EL PODER DE LAS PALABRAS
Las palabras tienen un gran poder y sus efectos pueden durar años. A veces las conversaciones están teñidas de miedo, rencor o enfado que suelen dañar o no servir de gran ayuda. Para expresarnos de una forma más hábil, ya sea por correo electrónico, teléfono, carta o personalmente, debemos parar un instante para elegir las palabras, los gestos o el tono que denotan nuestra intención y estado emocional “Lo que decimos, lo que hacemos, afecta a las personas. Les afecta en quienes son en el momento, y que quienes se convertirán” asegura Julien C.Mirivel.
Cuando necesites calmar la mente y comunicarte con mayor presencia sigue los siguientes pasos justo antes de escucharle o hablarle, trata de bajar el ritmo de lo que estás haciendo.
Para y activa el centro de autogestión de tu cerebro, la corteza prefrontal, con estas sabias preguntas: ¿Cómo me siento ahora? Observa si tu estado emocional puede afectar a la comunicación y respira tres veces de forma lenta y profunda. Por ejemplo, si estás de mal humor contagiarás de negatividad el ambiente donde te encuentras.
¿Cuál es mi intención aquí? Quizás esta conversación es un mero trámite y estás deseando que acabe.… Eso se nota, no subestimes el poder de la comunicación no verbal. Re-conecta con lo que valoras de verdad.
¿Qué necesita esta persona? ¿Qué necesito yo? Activa la empatía y el deseo de ayudar. Date cuenta de lo que siente y piensa la otra persona leyendo sus gestos y postura, sin olvidarte de tus propias necesidades.
A menudo al hacernos estas preguntas nuestra conversación adquiere un tono más amable y de cuidado. Sé paciente, necesitarás múltiples repeticiones para establecer nuevos comportamientos. Considéralo un experimento que enriquecerá tu mundo y el de otros. En cuanto al carisma es un conjunto de habilidades que nos vuelven más influyentes y hace que nos perciban como líderes.
«La capacidad de comunicar un mensaje claro, visionario e inspirador que cautive y motive a una audiencia». John Antonakis
Toma nota de las diez tácticas para ser más carismático:
1. Toca el corazón. Usa metáforas, símiles, anécdotas e historias que impregnen de emoción el discurso.
2. Pregunta. Haz participar a tu audiencia, transmite que su opinión te importa.
3. Muestra integridad. Genera credibilidad al ser coherente con lo que dices y haces.
4. Utiliza el poder de tu lenguaje no verbal. Impregna de entusiasmo tu voz y mantén una postura abierta y segura.
5. Haba de forma clara y concisa. Contestar de forma directa, y rápida con aplomo refleja seguridad y decisión.
6. Demuestra vulnerabilidad. Reflejar fallos o cualidades que aún se están trabajando activa la conexión.
Recuerda utilizar la presencia y el carisma para conectar con tu equipo de trabajo y verás crecer su motivación, confianza y satisfacción que se traduce en un mejor desempeño.
Ana Calero
Formadora especialista en Habilidades directivas